Para empezar desde el principio, con las técnicas básicas de Patchwork y cosiendo a mano, no se necesita nada más que una mesa, una buena luz y un buen asiento.
Solo necesitas una superficie donde dibujar, cortar, organizar las telas, y planchar los bloques que vayas confeccionando. En un “rinconcito” acogedor y tranquilo podréis trabajar perfectamente.
A medida que vas aprendiendo más técnicas, y los proyectos son más elaborados, la cosa empieza a pedir más espacio y el “rinconcito” se queda pequeño.
Cuando empiezas a trabajar con la base de corte, reglas y cutter ya necesitas una superficie de la medida de la base para colocarla. Y cuando llega la máquina de coser, el “rinconcito” pasa a ser una mesa de comedor de 6 comensales completa.
Lo ideal sería disponer de un espacio únicamente para coser, pero la triste realidad se impone la mayoría de las veces y no tenemos suficiente espacio para colocar todo lo necesario cómodamente.
Si vais a este tablón de Pinterest, veréis las maravillas que algunas/os afortunadas/os tienen, sobretodo en Estados Unidos.
Pero a continuación os presento una versión más reducida y modesta, que puede adaptarse mejor a los espacios que habitualmente tenemos. Se trata de una habitación individual (2x3m) en la que un lado es el vestidor, y el otro lado el minitaller de Patchwork y costura.

Se trata de una mesa de 0,6×2 m que está claramente dividida en dos zonas: la de costura con la máquina y los hilos; y la otra zona con la base de corte y las reglas.
En el centro la luz que es orientable hacia ambos lados. Los soportes de esta mesa, en lugar de patas, son muebles con cajones, en los que se guardan algunas herramientas y las telas.
Sobre la mesa tenemos una cesta con las herramientas que se va moviendo según se necesiten para coser o cortar.
Al lado se ha colocado una estantería de 0,75x2m para aprovechar todo el espacio que quedaba libre y poder guardar todo el material de trabajo (carpetas de patrones; cajas con retales de tela; guatas; accesorios de costura como cremalleras, botones, bieses, cordones, etc.; hilos de bordar; lanas…
También se han buscado varias soluciones para organizar los hilos, herramientas, reglas y retales que mejor se adaptan al espacio.
Aquí veréis cómo guardan los hilos y las canillas, porque acabas acumulando una gran cantidad de colores diferentes y cuando te das cuenta te han invadido.


Para las reglas existen unos soportes muy prácticos, pero como aquí el espacio en la mesa es limitado, se ha optado por colocarlas en una repisa colgada en la pared, encima de la zona de corte.
Ah! Una sugerencia: guardar los restos de tela pequeños que os quedan al cortar, porque existe una Técnica llamada Confetti, que se compone con trozos minúsculos de tela. Aquí se guardan en una cesta pequeña que está colgada al lado de la zona de corte.

Las herramientas están dentro de un cesto con separaciones, que ha hecho ella misma, y así lo tiene todo a mano, y la puede colocar donde la necesite en cualquier momento.

Y para acabar, una práctica papelera para hilos, que se cuelga en el borde de la mesa y la aguanta el alfiletero.
Va de maravilla, porqué tienes siempre a mano los alfileres y agujas cuando coses, y para tirar los restos de hilo, que como ya sabéis, se cuelan por todas las partes.
En el siguiente post tendréis el patrón gratuito para hacer esta papelera.
